Me llamo Olivia, soy francesa y he crecido en la Isla de la Reunión. Vivo en Cataluña desde hace 20 años y soy madre de 3 chicos.

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He nacido hypersensible. De niña, me costaba expresar y exteriorizar todo lo que sentía. De adulta, las emociones reprimidas se repercutieron en mi cuerpo y mi salud. Así he tenido que aprender a gestionar y expresar esta intensidad y, poco a poco, fui transformándolas en una riqueza y en una fuerza. Esto fue gracias a la ayuda y apoyo de diferentes terapeutas, que sobre todo me han enseñado a quererme como soy, a tener más conciencia de mi cuerpo, escucharlo y darle lo que necesita. Tengo también una conexión fuerte con la naturaleza (especialmente el mar), que siempre han sido lugares de inspiración y recursos importantes para mi bienestar.

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Tengo esta visión que el cuerpo es un gran maestro, si sabemos quedarnos curiosos y abiertos a sus mensajes. Estos mensajes tienen una función. Lo que reprimimos se convierte en bloqueos. Y los bloqueos en sufrimiento. Entonces enseñar a habitar nuestros cuerpos con conciencia, es el regalo que quiero ofrecer al mundo. 

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Me he formado en varias modalidades, como el Introyoga, el Qi Gong, la osteopatía energética, la reflexología podal y me he especializado en la terapia craneosacral y el masaje Chi Nei Tsang. El trabajo energético me fascina porque me ofrece la posibilidad de liberar y armonizar las energías sutiles, permitiendo así una transformación profunda . Para mí, es vital responder a las necesidades de las mujeres en su proceso de reconexión con su propio cuerpo. Estas terapias corporales abordan el cuerpo en profundidad, a nivel del sistema nervioso y de los órganos. Trabajo tanto a nivel físico como energético para abrir el espacio hacia la salud innata y la autorregulación del cuerpo

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